sábado, 23 de octubre de 2010

El misterio de Tutankamon

¿Quien descubrió la tumba de Tutankamon?

Nadie anteriormente, salvo Howard Carter, había entrado en la tumba. ¿Os podéis imaginar lo que supuso eso? ¿Cómo se sentiría el equipo arqueológico que le acompañaba en aquel momento? ¡Más de 3000 años cerrada!

Tutanhkamun innermost coffin.jpgFue encontrada en el Valle de los Reyes el 4 de noviembre de 1922 por el británico Howard que comenzó su curiosidad por el tema cuando Theodore Davis encontro objetos con el sello de Tutankamon. Howard Carter estaba convencido que todavía no se había encontrado la tumba del rey niño y que debía hallarse cerca de la excavación de Davis, en un triángulo de una hectárea entre las tumbas de Ramsés II, Merenpath y Ramsés VI. Durante seis temporadas buscó la tumba en el mencionado triángulo, con resultados negativos. Comenzada la última campaña, bajo los cimientos de unas cabañas de obreros que habían construido la tumba de Ramsés VI apareció el primero de los escalones de la tumba prácticamente intacta. Recibió el nombre de KV62, por ser la número 62 descubierta en este Valle de los Reyes.


 Tutankamon fue un faraón perteneciente a la dinastía XVIII de Egipto. Su nombre original Tut-anj-Atón, significa «imagen viva de Atón», mientras que Tut-anj-Amón significa «imagen viva de Amón».

 
 Llegada la hora de su muerte fue enterrado según sus costumbres, en una tumba rodeado de sus más preciados tesoros y gran cantidad de alimento del que dispondría en su otra vida.Pero según nos cuenta la historia, jamás Tutankamón disfrutó de las apetitosas viandas ni lució las joyas ocultas en su tumba. En noviembre de 1922, Howard Carter halló, en el Valle de Los Reyes, la momia del joven faraón y sus tesoros intactos.
Es esta fecha el inicio de la famosa maldición que llevaría la tragedia a la expedición inglesa. Unos días después del hallazgo, Carnarvon, el promotor de la expedición, murió de neumonía, su perro que se encontraba en Inglaterra, también murió.   
La leyenda estaba servida. Los problemas y las dificultades se cebaron con el resto de la expedición que una vez sin promotor, perdió los nervios por completo. A causa de esto, de la pésima actuación de la diplomacia inglesa y del creciente nacionalismo egipcio, tras un sin fin de angustiosos avatares burocráticos y penosas batallas legales, el gobierno del Cairo terminó con confiscar la tumba de Tutankamón. La expedición que en principio había cosechado un brillantísimo éxito, se sumió en la más profunda tristeza a causa de su fracaso y de la muerte del conde Carnarvon.
Fue la novelista gótica Marie Corelli, la que aderezó la historia de la maldición.

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